VALORAR LO NUESTRO: MATERIALES NO
CONVENCIONALES
La
necesidad es la madre de la invención (Bankley, 2010), el hombre desde sus
inicios ha ido experimentando y utilizando lo que encuentra en su entorno para
realizar diferentes tipos de aparatos, mecanismos y construcciones para suplir
sus necesidades y mejorar su calidad de vida. La evolución junto al constante
cambio que ha experimentado en todos los ámbitos, en especial en el sector de
las construcciones ha llevado al desuso de
materiales constructivos básicos tales como la madera y la tierra, materiales
que conocemos en la actualidad como no convencionales.
Entonces,
el hombre en su afán de realizar procesos constructivos de forma más rápida, con materiales que ocupen menos espacio, sean
más resistentes, además que faciliten y agilicen las obras de construcción
junto con la búsqueda del “progreso y desarrollo” ha dejado de lado el uso de
materiales bases que nos brinda la naturaleza, trabajando solo con materiales
que requieren de procesos industrializados con calor, tratamientos químicos y
demás; imposibilitando que todas las personas puedan usarlos y sean pocos los que
fabrican este tipo de materiales (monopolios); sin considerar el impacto que
causan económicamente, la transformación
de culturas y el más importante su gran impacto negativo en el medio ambiente. ¿Cuánto
no está costando el progreso?.
Es
imposible al hablar de los materiales no convencionales no escribir sobre los
materiales convencionales, entonces realizando un paralelo entre los materiales
industrializados y los materiales no convencionales, los primeros tienen
numerosas bondades como la rapidez con que se construye, la seguridad que dan,
las imponentes obras que se pueden hacer en cualquier lugar; pero causan
impactos negativos principalmente con el medio, causando contaminación auditiva
durante la etapa constructiva de una obra, contaminación visual cuando no se acaban
(elefante blancos) y todas sus emisiones de dióxido de carbono junto con los residuos
inorgánicos que dejan. En cuanto a los segundos no se pueden realizar
rascacielos con estos, pero generan un menor impacto ambiental, son ideales
para el sector rural, en donde existen obras agroindustriales tales como
viviendas rurales, invernaderos, silos, estructuras para animales, secadores
entre otras, se tienen a mano las materia prima para realizar este tipo de
obras. ¿Es necesario interrumpir el equilibrio del campo con construcciones
netamente hechas en materiales
convencionales?. No estoy diciendo con esto que no se deban emplear los
materiales industrializados, pero si digo que se deben emplear más los
materiales no convencionales en especial en el sector rural, materiales del
campo para el campo.
Realmente
los materiales no convencionales son una alternativa muy favorable desde todos
los puntos de vista; en cuanto a economía, la materia prima proviene de la
madre naturaleza, en donde su producción como material constructivo sufre pocos
o nulos tratamientos que requieren bajas cantidades de energía, en comparación
con los materiales industrializados que conocemos, tales como el cemento,
acero, vidrio, ladrillos entre otros, en donde si es necesario un elevado
consumo energético para su obtención final, en algunos casos como es el de la
fabricación de los ladrillos usan materias primas como la madera como fuente
calorífica para darle las condiciones estructurales a la arcilla. En cuanto a
la parte ambiental se pueden considerar como materiales reciclables o renovables,
para ser más explícitos, el uso de la madera o guadua como material de
construcción se corta, se procesa y se utiliza, este se emplea durante su ciclo
de utilidad para cualquier tipo de aplicación constructiva para la cual se haya
designado (cercha, viga, laminas), y como buen material biológico, no es
eterno, una vez ha fallado, sin importar cuál fue su causa (antrópicas o
naturales) este es cambiado y reemplazado por otro de las mismas
características (algunos casos), ejemplo una guadua cumplió su ciclo como
material óptimo de construcción en un invernadero y sufrió pandeo o fuerzas de
cizallamiento hasta su ruptura, esta guadua se desecha, pero lo increíble es
que no va a tener impacto alguno al retornarse al campo, la madre naturaleza la
recibirá y la descompondrá, será parte
una vez más del ciclo, cabe resaltar que este ciclo inicia con la siembra de
las especies que se emplean para procesos contractivos como las anteriormente
descritas. Entonces la pregunta es
¿Acaso ocurre lo mismo con un muro de concreto reforzado? Los tratamientos que han recibido estas
materias primas para convertirse en materiales industrializados son
irreversibles. Tampoco se puede olvidar,
además de este tipo de contaminación, la
que se produce durante su fabricación mediante la emisión de gases nocivos,
principalmente el dióxido de carbono que afecta directamente la capa de ozono,
y ya sabemos que viene después es un efecto domino un proceso desencadena otro,
es decir la capa de ozono sirve como filtro y pues al seguirla destruyendo cada
vez más deja pasar sin oposición rayos que afectan la salud del hombre. No
estoy diciendo con esto que este problema ambiental y climático del mundo sea
netamente por el sector constructivo, pero este si aporta su granito de arena. Debemos
siempre cuestionarnos, otra vez retomando la guadua ¿Acaso ocurre lo mismo con
la producción de la guadua?, No claro que no, no existe emisión alguna con este
tipo de material de construcción, en un cultivo de guadua como buena planta que
es, realmente lo que realiza es tratar de mitigar este impacto negativo con la
absorción de este gas, y ¿Por qué no son convencionales? Es irónico sus
ventajas son muy buenas, y se usan poco ¿Qué está pasando? Quizás sea la falta
de información y capacitación de este tipo de aplicaciones constructivas. Pero
como todo no es perfecto, encuentro unas pequeñas desventajas como lo son el
uso masivo de este tipo de materiales acabaría, volviendo a la guadua con
muchos rodales, entonces una buena planificación de obra tendría que realizarse
para estimar la cantidad necesaria para la siembra de las misma sin afectar su
condición como especie vegetal; otra es su vida útil en comparación con los
materiales industrializados los cuales son diseñados y fabricados para un largo
periodo de tiempo, aunque existen construcciones de materiales no
convencionales como la tierra que también tienen una vida útil bastante
considerable.
Durante
el proceso que se lleva a cabo para la construcción de cualquier tipo de obra,
hecha netamente con materiales convencionales, es sorprendente la cantidad de escombros
que se generan, los cuales no cuentan
con la característica de ser simplemente desechados e incorporarse al medio sin
producir daño alguno, a estos se le debe buscar alguna finalidad, en algunos
caso sirven de rellenos, pero cuando no se les encuentran uso, simplemente se
sumaran a los demás productos inorgánicos que no tienen tratamiento más que un
basurero.
En
cuanto a lo cultural, se ha marcado una fuerte tendencia de modernismo asociado
con las industria y todo lo que estas pueden producir, que hacen sentir a la
población seguridad y confianza. En donde los medios de comunicación son muy responsables
de las ideas que venden y que la gente las acepta si cuestión alguna, por falta
de conocimiento “comemos entero”, siempre se cree que no existen alternativas,
entonces esto es lo que pasa con gente de muy pocos recursos adquisitivos en
donde no aceptan viviendas construidas con este tipo de materiales ambientalmente
responsables. Es aquí donde la academia junto a entes gubernamentales deben
demostrar las bondades tanto de seguridad, confort y hasta estética que pueden
tener este tipo de construcciones, es un poco cambiar de mentalidad y valorar
lo nuestro.
¿Por
qué usarlos? La cantidad tan grande que tiene Colombia de recursos que se puede
utilizar para la construcción de diferentes obras, hace que sea una de las
principales justificaciones, junto con las características de los mismos que
hacen que las estructuras realizadas sean seguras, económicas y amígales con el
medio ambiente; es por esto que es importante la recuperación, investigación, transmisión
y afianzamiento de los saberes sobre los
materiales no convencionales, que son los que tenemos a mano y nos brindan un
muy buen número de ventajas desde la observación de cualquier punto de vista.
Creo que la formación del ingeniero agrícola en la rama de construcciones principalmente
debe estar encaminada hacia el uso y fortalecimiento de información de este
tipo de materiales. El campo de aplicación es sorprendente y siguiendo la idea
del modernismos países desarrollados de Europa, y Asia como Japón o China son líderes
y realizan tratamientos y obras que anteriormente se hacían con materiales
industrializados.
La
invitación y la proyección deber ser
volver a redescubrimos, volver a lo propio, regresar al pasado sin
olvidar el presente pero convencidos de las cosas “nuevas” ayudaran a construir
un mejor futuro; por ejemplo zonas rurales que presentan problemas de vivienda,
la solución podría ser viviendas dignas a muy bajos costos, con menor impacto
ambiental y con un gran impacto social, mejorando la comunidad. En donde todos
pueden trabajar y aportar porque no son procesos muy complejos y las técnicas
se pueden enseñar a la comunidad. La alianza de la educación con la comunidad
debe fortalecerse para la transferencia de tecnología. El campo no se puede
debilitar más y el uso de materiales no convencionales con buenas practicas es
una alternativa para mejorar la calidad de vida de las personas y puedan
permanecer en el sector rural, porque el futuro está en el campo.