LA AGRICULTURA Y SU PAPEL FUNDAMENTAL EN LA REDUCCIÓN DE LA
POBREZA RURAL
Es sorprendente que el 70 por ciento de la biodiversidad del mundo esté tan solo
en el 10 por ciento de la superficie del planeta, esta pequeña porción corresponde
a 17 países denominados los mega diversos (según el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente), pero es de no creer que el 82 por ciento de estos
países tengan problemas como el del hambre y la pobreza extrema, tan solo
EEUU, Australia y Papúa nueva Guinea tienen grandes ingresos (según el informe
de desarrollo mundial “WDR”) y no cuentan con altos índices de este tipo de
problemas. A nivel de Latinoamérica y el Caribe, 6 de los 42 países que
conforman esta región son mega diversos y se tratan principalmente de países
tropicales.
La pobreza, la inequidad y la inseguridad alimentaria no son problemas que
afectan sólo a América latina y el caribe. La reducción sostenible de la pobreza es
un problema mundial y debe convertirse en una prioridad mundial. El mayor
porcentaje de la pobreza se presenta en el sector rural, entonces aparece la
agricultura como la principal opción, puesto que es el principal pilar de muchas
economías rurales, garantiza la seguridad alimenticia, empleo, sustento, ingresos
y desarrollo económico. Es de esperarse que el uso incremental de recursos
naturales estén vinculados a mejorar la condición de vida de las poblaciones
rurales. Se deben aplicar estrategias integradas que aborden los factores múltiples
que obstaculizan su desarrollo, como insuficiente infraestructura, innovación,
información, procesamiento de alimentos, manejo pos cosecha, acceso a la tierra,
al mercado, buenas condiciones laborales, y que pueden ayudar a la mayoría de
los pobres en el mundo a salir de la pobreza. Estamos de acuerdo que para
acelerar significativamente el descenso del hambre y la pobreza humana, se debe
crear o reestructurar un marco institucional en el cual se fomente las inversiones
en la agricultura y en el desarrollo rural, convirtiéndola en una prioridad en las
agendas nacionales, en donde cada región identifique sus necesidades y
oportunidades para que fortalezcan la inversión en aquellas áreas donde se pueda
obtener el mejor resultado.
A nivel nacional, Según el último censo agropecuario efectuado por el DANE, el
índice de pobreza multidimensional en el campo es del 44,7 por ciento el doble del
registro total nacional, que para 2014 estaba en 21,9 por ciento y casi tres veces el
urbano que se ubicaba en 15,4 por ciento. Colombia debe empezar a tomar
medidas rápidamente, como un país rico en recursos naturales considerara en
menor medida opciones como el abandono de la agricultura y la migración de los
pequeños agricultores a empleos extra prediales, aunque debe estimar como
principales estrategias la diversificación e intensificación de cultivos, la primera de
gran importancia puesto que es aplicable en todos los sistemas de producción
agrícola y busca un enfoque de producción orientada al mercado, pero estas
deben ir acompañadas de capitalización y mecanización de las unidades de
producción, también de información y capacitación a los pequeños agricultores
para que ellos aprendan actividades pos cosecha y puedan darle un valor
agregado a sus productos, también se les debe facilitar el acceso al mercado,
apoyar la reducción de las barreras comerciales y las prácticas que distorsionan el
comercio en la agricultura a través de negociaciones de comercio internacional, y
buscar que el mercado nacional se convierta en uno más competitivo y de mejor
calidad, además para que no sean terceros quienes se queden con las ganancias.
El censo confirma, además, que el país destina grandes extensiones a la
ganadería y mucho menos a la agricultura. Del total del área, el 80,4 por ciento se
dedica a pastos, mientras que el 19,1 por ciento a siembras. Esta situación no solo
se da en Colombia, también ocurre en américa latina y el caribe, consideramos
que está ocurriendo un desaprovechamiento de tierras y creemos que esta
realidad debe cambiar. Primordialmente se debe buscar estabular el ganado por
dos razones; una, porque son los animales en gran medida los causantes de la
degradación del suelo mediante la erosión y dos, para que estas tierras puedan
ser utilizadas para fines agrícolas y mejorar el acceso a los recursos, lo que se
busca principalmente es la misma producción pecuaria pero en un espacio
limitado. También se debe buscar un manejo sostenible de los recursos por medio
de la agricultura, realizando actividades tales como cobertura verde, pequeña
escala, cero labranzas y terrazas.
La gran meta de los países en desarrollo es la reducción de la pobreza mediante
la transformación del sector agropecuario, apoyados en pilares como la
investigación, asistencia técnica, cadenas productivas para garantizar la seguridad
alimentaria, infraestructura y calidad para acceder a los mercados internacionales.
Los gobiernos de los países en desarrollo deben romper muchas brechas e invertir
de manera responsable y significativa en el sector rural.
“La agricultura se ve fácil cuando el arado es un lápiz y se está a mil millas del campo”
Dwight Eisenhower
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