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lunes, 3 de julio de 2017

VALORAR LO NUESTRO: MATERIALES NO CONVENCIONALES

La necesidad es la madre de la invención (Bankley, 2010), el hombre desde sus inicios ha ido experimentando y utilizando lo que encuentra en su entorno para realizar diferentes tipos de aparatos, mecanismos y construcciones para suplir sus necesidades y mejorar su calidad de vida. La evolución junto al constante cambio que ha experimentado en todos los ámbitos, en especial en el sector de las construcciones ha llevado al desuso de  materiales constructivos básicos tales como la madera y la tierra, materiales que conocemos en la actualidad como no convencionales.
Entonces, el hombre en su afán de realizar procesos constructivos de forma más rápida,  con materiales que ocupen menos espacio, sean más resistentes, además que faciliten y agilicen las obras de construcción junto con la búsqueda del “progreso y desarrollo” ha dejado de lado el uso de materiales bases que nos brinda la naturaleza, trabajando solo con materiales que requieren de procesos industrializados con calor, tratamientos químicos y demás; imposibilitando que todas las personas puedan usarlos y sean pocos los que fabrican este tipo de materiales (monopolios); sin considerar el impacto que causan económicamente, la  transformación de culturas y el más importante su gran impacto negativo en el medio ambiente. ¿Cuánto no está costando el progreso?.
Es imposible al hablar de los materiales no convencionales no escribir sobre los materiales convencionales, entonces realizando un paralelo entre los materiales industrializados y los materiales no convencionales, los primeros tienen numerosas bondades como la rapidez con que se construye, la seguridad que dan, las imponentes obras que se pueden hacer en cualquier lugar; pero causan impactos negativos principalmente con el medio, causando contaminación auditiva durante la etapa constructiva de una obra, contaminación visual cuando no se acaban (elefante blancos) y todas sus emisiones de dióxido de carbono junto con los residuos inorgánicos que dejan. En cuanto a los segundos no se pueden realizar rascacielos con estos, pero generan un menor impacto ambiental, son ideales para el sector rural, en donde existen obras agroindustriales tales como viviendas rurales, invernaderos, silos, estructuras para animales, secadores entre otras, se tienen a mano las materia prima para realizar este tipo de obras. ¿Es necesario interrumpir el equilibrio del campo con construcciones netamente hechas  en materiales convencionales?. No estoy diciendo con esto que no se deban emplear los materiales industrializados, pero si digo que se deben emplear más los materiales no convencionales en especial en el sector rural, materiales del campo para el campo.
Realmente los materiales no convencionales son una alternativa muy favorable desde todos los puntos de vista; en cuanto a economía, la materia prima proviene de la madre naturaleza, en donde su producción como material constructivo sufre pocos o nulos tratamientos que requieren bajas cantidades de energía, en comparación con los materiales industrializados que conocemos, tales como el cemento, acero, vidrio, ladrillos entre otros, en donde si es necesario un elevado consumo energético para su obtención final, en algunos casos como es el de la fabricación de los ladrillos usan materias primas como la madera como fuente calorífica para darle las condiciones estructurales a la arcilla. En cuanto a la parte ambiental se pueden considerar como materiales reciclables o renovables, para ser más explícitos, el uso de la madera o guadua como material de construcción se corta, se procesa y se utiliza, este se emplea durante su ciclo de utilidad para cualquier tipo de aplicación constructiva para la cual se haya designado (cercha, viga, laminas), y como buen material biológico, no es eterno, una vez ha fallado, sin importar cuál fue su causa (antrópicas o naturales) este es cambiado y reemplazado por otro de las mismas características (algunos casos), ejemplo una guadua cumplió su ciclo como material óptimo de construcción en un invernadero y sufrió pandeo o fuerzas de cizallamiento hasta su ruptura, esta guadua se desecha, pero lo increíble es que no va a tener impacto alguno al retornarse al campo, la madre naturaleza la recibirá y  la descompondrá, será parte una vez más del ciclo, cabe resaltar que este ciclo inicia con la siembra de las especies que se emplean para procesos contractivos como las anteriormente descritas. Entonces  la pregunta es ¿Acaso ocurre lo mismo con un muro de concreto reforzado?  Los tratamientos que han recibido estas materias primas para convertirse en materiales industrializados son irreversibles.  Tampoco se puede olvidar, además de  este tipo de contaminación, la que se produce durante su fabricación mediante la emisión de gases nocivos, principalmente el dióxido de carbono que afecta directamente la capa de ozono, y ya sabemos que viene después es un efecto domino un proceso desencadena otro, es decir la capa de ozono sirve como filtro y pues al seguirla destruyendo cada vez más deja pasar sin oposición rayos que afectan la salud del hombre. No estoy diciendo con esto que este problema ambiental y climático del mundo sea netamente por el sector constructivo, pero  este si aporta su granito de arena. Debemos siempre cuestionarnos, otra vez retomando la guadua ¿Acaso ocurre lo mismo con la producción de la guadua?, No claro que no, no existe emisión alguna con este tipo de material de construcción, en un cultivo de guadua como buena planta que es, realmente lo que realiza es tratar de mitigar este impacto negativo con la absorción de este gas, y ¿Por qué no son convencionales? Es irónico sus ventajas son muy buenas, y se usan poco ¿Qué está pasando? Quizás sea la falta de información y capacitación de este tipo de aplicaciones constructivas. Pero como todo no es perfecto, encuentro unas pequeñas desventajas como lo son el uso masivo de este tipo de materiales acabaría, volviendo a la guadua con muchos rodales, entonces una buena planificación de obra tendría que realizarse para estimar la cantidad necesaria para la siembra de las misma sin afectar su condición como especie vegetal; otra es su vida útil en comparación con los materiales industrializados los cuales son diseñados y fabricados para un largo periodo de tiempo, aunque existen construcciones de materiales no convencionales como la tierra que también tienen una vida útil bastante considerable.
Durante el proceso que se lleva a cabo para la construcción de cualquier tipo de obra, hecha netamente con materiales convencionales, es sorprendente la cantidad de escombros que se  generan, los cuales no cuentan con la característica de ser simplemente desechados e incorporarse al medio sin producir daño alguno, a estos se le debe buscar alguna finalidad, en algunos caso sirven de rellenos, pero cuando no se les encuentran uso, simplemente se sumaran a los demás productos inorgánicos que no tienen tratamiento más que un basurero.
En cuanto a lo cultural, se ha marcado una fuerte tendencia de modernismo asociado con las industria y todo lo que estas pueden producir, que hacen sentir a la población seguridad y confianza. En donde los medios de comunicación son muy responsables de las ideas que venden y que la gente las acepta si cuestión alguna, por falta de conocimiento “comemos entero”, siempre se cree que no existen alternativas, entonces esto es lo que pasa con gente de muy pocos recursos adquisitivos en donde no aceptan viviendas construidas con este tipo de materiales ambientalmente responsables. Es aquí donde la academia junto a entes gubernamentales deben demostrar las bondades tanto de seguridad, confort y hasta estética que pueden tener este tipo de construcciones, es un poco cambiar de mentalidad y valorar lo nuestro.
¿Por qué usarlos? La cantidad tan grande que tiene Colombia de recursos que se puede utilizar para la construcción de diferentes obras, hace que sea una de las principales justificaciones, junto con las características de los mismos que hacen que las estructuras realizadas sean seguras, económicas y amígales con el medio ambiente; es por esto que es importante la recuperación, investigación, transmisión y afianzamiento de los  saberes sobre los materiales no convencionales, que son los que tenemos a mano y nos brindan un muy buen número de ventajas desde la observación de cualquier punto de vista. Creo que la formación del ingeniero agrícola en la rama de construcciones principalmente debe estar encaminada hacia el uso y fortalecimiento de información de este tipo de materiales. El campo de aplicación es sorprendente y siguiendo la idea del modernismos países desarrollados de Europa, y Asia como Japón o China son líderes y realizan tratamientos y obras que anteriormente se hacían con materiales industrializados.

La invitación y la proyección deber ser  volver a redescubrimos, volver a lo propio, regresar al pasado sin olvidar el presente pero convencidos de las cosas “nuevas” ayudaran a construir un mejor futuro; por ejemplo zonas rurales que presentan problemas de vivienda, la solución podría ser viviendas dignas a muy bajos costos, con menor impacto ambiental y con un gran impacto social, mejorando la comunidad. En donde todos pueden trabajar y aportar porque no son procesos muy complejos y las técnicas se pueden enseñar a la comunidad. La alianza de la educación con la comunidad debe fortalecerse para la transferencia de tecnología. El campo no se puede debilitar más y el uso de materiales no convencionales con buenas practicas es una alternativa para mejorar la calidad de vida de las personas y puedan permanecer en el sector rural, porque el futuro está en el campo.

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